lunes, 11 de marzo de 2013

Mujeres de verdad

Queridas princesas y principesos:
He estado pensándolo mucho; ¿qué es mejor? ¿Ser una mujer perfecta? O...¿Ser una mujer de verdad?
Desgraciadamente principesos, soy muy perfeccionista, y me decanto por la primera opción.
Ha llegado un momento, en el que me he tenido que parar a pensar, porque hace poco me compré un Best Seller estadounidense llamado Seis Semanas Para Ser Un Pibón, y por favor, os lo ruego, que nadie se lo compre...
Pero bueno, a lo que iba. A mis 18 años, hago todo lo que permite mi economía para estar 'perfecta', obviamente, a base de cambios: me hice un pircing, me hice la permanente en el pelo, y mi última genialidad, fue teñirme. Sí principesos, soy brillante... Y ahora, la pregunta del millón: si a estas alturas, hago todo esto, a los 30... ¿Voy a llevar tantas operaciones de cirugía estética a mis espaldas que no voy a poder ni contarlas?
¿Es esa la clase de imagen que nos han dado a los jóvenes? Bueno, principalmente a las chicas, a las que se nos aprieta las tuercas para que seamos auténticas cerebritos, hijas ejemplares, y tengamos una imagen de portada de revista. Pero creo que lo peor no es eso. Lo peor es que por un lado, nos sentimos presionadas, y como en la teoría la vida es justa y perfecta, debería haber un contrapeso que nos apoyara y que nos diese confianza en nosotras mismas. Pero no lo hay.
¿Sabéis el índice de anorexia y bulimia entre las menores de 20 años? ¿Sabéis la cantidad de chicas que acaban en un loquero porque se ven descompensadas? ¿Sabéis que hay chicas que compiten contra todo el mundo, incluidas ellas mismas, y que cuando llegan a sus límites y ya no pueden más, consideran que han fracasado en la vida e intentan suicidarse?
Creo, y SOLO creo, que es un problema mucho más extendido de lo que a veces pensamos, porque este tipo de problemas se llevan en secreto, y cuando los demás nos queremos dar cuenta, ya es demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario